La incógnita del muro pintado en Huapalcalco.

Tulancingueñas

Por Alexia Lara

 

Para la primavera de 1954, el arqueólogo Carlos Margain le informó a Florencia Müller, sobre la existencia en Huapalcalco, de un muro pintado, del cual se sabe muy poco y a continuación la historia.

Durante las primeras excursiones en la zona entre Caltengo y Huapalcalco, Florencia Müller y César Lizardi, cuestionaban a los colonos sobre el muro pintado, sin lograr respuesta positiva, pero reclutaban sus peones para ayudar en las excavaciones.

Después de mucho preguntar, un vecino del lugar les refirió los terrenos del señor Margarito Morales, lugar que después bautizarían como el patio de los Templos Teotihuacanos.

Durante una charla, por coincidencia encontraron al destructor de dicho muro, quien comentó a los arqueólogos, el porqué de su proceder:

“Porque pensé que no servía para nada…” Tiempo después en la zona de Huapalcalco, durante una excavación encontraron un fragmento de dicho muro, el cual estaba deteriorado, por lo que esta pieza histórica será toda una incógnita.

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