Dispuestos los franeleros del Jardín La Floresta a ser empadronados

Las personas que lavan autos en el jardín La Floresta y que también son llamados “franeleros”, dijeron que están de acuerdo en que el gobierno municipal los empadrone, pero consideran que no hay seguimiento por parte de las autoridades locales.

Bonifacio Granillo Lemus, lavador de autos, quien lleva cerca de 40 años ejerciendo ese oficio en La Floresta, en compañía de su familia, dijo estar de acuerdo con la medida del municipio de otorgarles una credencial y un chaleco, para que la gente sepa que ya han sido revisados, que no cuentan con antecedentes penales y que están debidamente identificados.

Granillo Lemus, comentó que, en las pasadas administraciones, ha trabajado con permiso de las direcciones de Mercados y Centros de Abasto.

Indicó que en esta administración hubo pláticas no solo para renovar el permiso, sino para el registro, pero, desde hace varios meses, no saben nada nada.

“Tuvimos una reunión con el secretario municipal, Raúl Sánchez Parra, nos dijo que nos iban a dar chalecos y credenciales para que nos identifiquen, pero, desde hace varios meses, ya no hemos tenido reuniones, quedaron que nos iban a convocar; sin embargo, ya no se hizo nada”.

Enfatizó que en el tramo donde ellos trabajan, que es el perímetro de La Floresta, entre Zaragoza e Independencia, está pura familia.

También, aclaró que son independientes a los demás que están en otras calles. “A ellos no los conozco, algunos vienen de la Ciudad de México y no sé qué mañas puedan tener, aquí yo respondo por mi familia y somos 10, trabajamos turnándonos los días”.

Respecto a las acusaciones que algunos automovilistas han hecho, en el sentido de que se atribuyen tareas de oficiales de tránsito, negó tal señalamiento o que apartan lugares.

Algunos automovilistas, dijo, solicitan que les aparten un espacio, pero les dice que eso no está permitido.

Finamente, lamentó que la gente los vea como personas de mal cuando solo se dedican a trabajar de forma honesta, lavando autos y prueba de ello, son los 40 años de trabajo y la confianza de la gente que, en su mayoría, les deja las llaves del auto para lavarlo por dentro