Cierra un ciclo El Bazar Universal en su sucursal de F.Soto e Hidalgo
Por Lorenia Lira
Ayer se cerró el ciclo de una de las tiendas más emblemáticas de nuestra ciudad: El Bazar Universal sede Manuel Fernando Soto. Durante más de 90 años esa tienda estuvo ahí, por lo que ha estado en la vida cotidiana de muchas generaciones de tulancinguenses. Su historia tiene que ver con varias familias de esta ciudad.
A mediados del siglo XIX, el Bazar universal fue creado por Don Gorgonio de la Concha (padre de quien fuera presidente municipal de Tulancingo). En esa tienda, Don Gorgonio vendía productos de importación, básicamente de Estados Unidos y Europa. Vendía desde ropa hasta productos de agricultura, pasando por una gran variedad de mercancía, por eso se llamaba el Bazar Universal.
En esa época, dicha tienda se encontraba ubicada en lo que hoy es la Panadería «La Floresta». A finales del siglo XIX, Don Gorgonio se asoció con Don Luis Ize y finalmente se la vendió. Don Luis Ize, (barcelonette emprendedor que había llegado de Europa) se asoció a su vez con Don León Lefaure (hermano de Don René). El trabajo de Don Luis Ize era vender mercancías desde la Ciudad de México hasta la costa del golfo, pasando por todas las ciudades intermedias, y el de Don León, atender la tienda en Tulancingo.
Naturalmente el desgaste de los 2 socios era diferente, por lo que terminaron la sociedad. A principios del siglo XX, el Sr. Ize le vendió la tienda a un comerciante francés alrededor de 1928 y posteriormente este se asoció con el Sr. Alberto Bitar.
Hasta ese momento, la tienda seguía ubicada en lo que hoy es la Panadería La Floresta, pero justamente por ese año, el Señor Miguel Islas Ponce, propietario del inmueble de M. F. Soto esquina con Hidalgo decidió venderlo.
El Sr. Miguel hasta ese momento había sido dueño de la tienda Abarrotes Islas Ponce & hijo, y constructor de dicho inmueble. Lo terminó en 1904, posteriormente en la década de los años 20 le hizo el remate y le colocó el reloj que lo embellece hasta la fecha
Ese es uno de los edificios más bonitos de nuestra ciudad.
El Sr. Islas le vendió ese edificio a Doña María de la Luz Perea. En el año 1933-34, Doña Luz le rentó el inmueble al Sr. Bitar y su socio francés, aunque posteriormente la tienda pasaría a ser propiedad únicamente de Don Alberto. Siendo socios aún el empresario francés y el Sr. Bitar se trasladó la tienda de la Floresta a la calle de Hidalgo y M. F. Soto.
La familia Bitar arrendaría ese inmueble para su tienda hasta marzo de 2022. En ese local estaba Don Alberto Bitar cuando el inmueble de enfrente (Casa Arroyo, hoy Los Valientes) explotó, lo que salvó su vida.
Fotos: Google y Archivo del INAH