La Cámara de Diputados suma una pieza clave del engranaje histórico de nuestra democracia al inscribir en letras de oro el nombre del General Felipe Ángeles: Marco A. Mendoza
La distinción al prócer hidalguense reivindica nuestra convicción política y aporta sus valores dentro de la tarea legislativa, aseguró el legislador hidalguense.
El Congreso de la Unión lo reconoce como un demócrata comprometido, leal, con una ética sobresaliente y un símbolo de la libertad nacional.
El diputado federal Marco Antonio Mendoza Bustamante reconoció que con la inscripción en letras de oro del nombre del general Felipe Ángeles Ramírez, la Cámara de Diputados suma una pieza clave del engranaje histórico de nuestra democracia.
Al participar en la sesión solemne en la que se develó en el muro de honor del recinto legislativo el nombre del militar nacido en Zacualtipán, Hidalgo, Mendoza Bustamante sostuvo que la distinción al prócer hidalguense reivindica nuestra convicción política y aporta sus valores dentro de la tarea legislativa.
Señaló que en Hidalgo Ángeles es reconocido como uno de sus hijos pródigos y destacó que, a más de 150 años de su nacimiento, el Congreso de la Unión lo conmemora como un demócrata comprometido, leal, con una ética sobresaliente y un símbolo de la libertad nacional.
Desde la máxima tribuna del país, Mendoza Bustamante reconoció a la diputada Carolina Viggiano, impulsora de la iniciativa para honrar al prócer hidalguense, “quiero reconocer la visión de nuestra compañera Carolina Viggiano, extraordinaria hidalguense, cuyo amor por nuestra tierra la ha llevado a impulsar este reconocimiento a un hombre que representa el orgullo por nuestro estado. En cada una de sus actuaciones ya sea como servidora pública o como legisladora, lleva en su corazón y en los resultados materiales de su esfuerzo, a Hidalgo”, enfatizó.
El también vicecoordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados saludó la presencia del Gobernador del Estado Julio Menchaca Salazar, de la Magistrada presidenta del TSPJ, Rebeca Aladro, del maestro Raúl Arroyo, así como de hombres y mujeres descendientes del General Ángeles por cuyas venas corre la sangre de la revolución.
Recordó que momentos antes de su muerte, Felipe Ángeles dijo que: “la sangre de los mártires fecundiza las buenas causas,” despidiéndose con fe y confianza patriota porque sabía que su sangre aportaba tanto como su vida y obra a la construcción del país que mexicanas y mexicanos de este país convulso anhelaban para las generaciones que hoy podemos gozar de un México de libertades.
En este día, su legado cobra relevancia y transmite un mensaje de mucha responsabilidad para las y los mexicanos, concluyo.