Investigador de la UAEH habla sobre los infantes nacidos y criados en reclusorios
- De acuerdo con el informe especial de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo sobre el sistema penitenciario y barandilla, había 18 infancias viviendo con sus madres hasta noviembre de 2021.
Carlos Augusto Hernández Armas, docente de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), enfatizó la importancia de implementar técnicas de neutralización orientadas a las infancias que viven con sus madres dentro de los Centros de Readaptación Social (Cereso), con el objetivo de disminuir los efectos de la estigmatización criminalizante que sufren por parte de la sociedad.
El profesor de la Licenciatura en Psicología adscrito a la Escuela Superior de Actopan (ESAc), destacó que, contrario a lo que se cree, las infancias que viven en los penales del país no tienen daño o retraso significativo a nivel psicológico o social en comparación con sus pares que se encuentran en libertad, al contrario, poseen habilidades muy desarrolladas a nivel de resolución de problemas y adaptabilidad.
Durante su tesis de doctorado “Madres presas y niños invisibles. El proceso del estigma heredado en la maternidad en prisión”, descubrió que las personas no estigmatizadas consideran que las infancias criadas en reclusión tienen alteraciones que los harán volver a la prisión, por provenir de un ambiente criminógeno.
“Los infantes no se reconocen como estigmatizados, el estigma viene de las personas adultas e incluso desde las ciencias reforzamos ese estigma. Es muy probable que en el momento de egresar se dan cuenta de todo lo malo que se espera de ellos, muchas veces cuando se han establecido técnicas de neutralización siguen adelante y no necesariamente se vislumbra un daño, pero hay otros casos que de tanto escucharlo se empieza a crear una expectativa”, declaró Carlos Augusto Hernández Armas.
A su vez, mencionó que dentro de los Ceresos las madres crean técnicas de neutralización para que no hereden comportamientos o aprendizajes nocivos; se presentan comunas de mujeres en las que se reúnen y designan roles específicos alrededor de las madres y sus niñas o niños para protegerlos.
Sin embargo, consideró necesario que los gobiernos destinen recursos para la creación y continuidad de programas de estimulación temprana, escuelas formales, atención médica, entre otros, con el objetivo de dotar de las mismas habilidades que tienen las infancias del exterior a las que viven en reclusión, para que al momento de su egreso puedan llevar a cabo un correcto proceso de readaptación y romper con el ciclo.
Asimismo, reconoció que organismos como el Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y la Procuraduría estatal han realizado esfuerzos para la creación de mecanismos de protección de las infancias durante los procesos de egreso, pero aun es necesario trabajar arduamente en la reeducación de la sociedad.