Imposible transitar en silla de ruedas por las banquetas
Desplazarse en sillas de ruedas por las baquetas de Tulancingo, es una verdadera proeza porque la mayoría se encuentran en malas condiciones y obstruidas por postes, casetas telefónicas o mercancía de los comercios que se adueñan de éstas.
Los intentos de la presente administración por mejorar las banquetas, se han quedado en una simple “manita de gato”, ya que arreglaron algunos segmentos de banqueta y algunas rampas.
Sin embargo, para las personas que se desplazan en sillas de ruedas les resulta imposible usar las banquetas, pues hay tramos buenos, unos no tanto y otros intransitables en una misma cuadra, por lo que deciden desplazarse por el arroyo vehicular.
“No todas las rampas son apropiadas para nosotros, muchas de ellas están muy inclinadas, otras tienen obstáculos o en una esquina hay rampa, pero en el otro extremo no y es muy común que nos encontremos escalones o entradas de cocheras con desniveles muy agresivos para nosotros”, manifestó Ignacio García, quien usa silla de ruedas desde pequeño.
Según el Reglamento de Construcción del Municipio de Tulancingo, el artículo 76 indica que la inclinación de las rampas para minusválidos debe tener como máximo un 10 por ciento de inclinación, es decir, si una rampa tiene un metro de longitud, la pendiente debe ir de cero a 10 centímetros como máximo en su punto más alto.
No obstante, en el centro de la ciudad hay rampas de unos 60 centímetros de longitud y una pendiente que va de cero a 20 centímetros en su punto más alto.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el censo poblacional del año 2015, Hidalgo suma dos millones 862 mil 970 habitantes y un 5.61 por ciento de ese total, que equivale a 160 mil 613 hidalguenses, tienen una discapacidad que le impide moverse o caminar (cifra del INEGI Junio 2010), por lo que es necesario que se trabaje para que Tulancingo tenga calles incluyentes.
“En La Floresta y en la parte del Centro Cultural Ricardo Garibay, tenemos buen piso para que las sillas de ruedas se desplacen fácilmente, pero las rampas que están frente a la biblioteca municipal y frente a una panadería, están muy inclinadas, debemos pedir ayuda porque por si solos se necesita mucha fuerza en los brazos”, señaló Ignacio García