A 10 años de un gran hallazgo en Tula.
La zona arqueológica de Tula, ubicada en el estado de Hidalgo, es reconocida en todo el país por ser la capital de los Toltecas durante el Post clásico temprano, que abarca entre los años 950 y 1150 d. C.
También por ser el lugar donde gobernó el Señor Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, mismo que vivió en Tulancingo; y lugar elegido para la observación astronómica, cosa que confirma las alineaciones de sus edificios principales.
El 15 de marzo de 2007, hace diez años, Tula volvió a llamar la atención de arqueólogos, ya que mientras se realizaban excavaciones para la colocación de una barda perimetral de la PGR en ese municipio, arqueólogos mexicanos encontraron 24 entierros prehispánicos de niños, sacrificados en honor a Tláloc (Dios de la lluvia), esto último según expertos del INAH.
Debajo de una oficina de gobierno, muy cerca de la zona arqueológica, fueron encontrados los restos de 23 infantes, los cuales rodean a uno más, el cual estaba dentro de un altar, junto a la cabeza de una Chac- Mol.
Los restos óseos de los niños indican que estaban colocados mirando hacía el sol, y sus edades oscilaban entre los 5 y los 15 años de edad, la mayoría de los cuerpos presentan una perforación en el cráneo y los demás una incisión en las vértebras del cuello.
Además de los restos óseos de los niños, fueron descubiertas vasijas, y demás ornamentos, los objetos encontrados se encuentran exhibidos en el Museo de sitio. A 10 años de este hallazgo, es muy poco lo que se sabe, únicamente que, los expertos han concluido que los niños sacrificados no eran del pueblo Tolteca.