El niño como núcleo de la personalidad
El niño como núcleo de la personalidad
¿Cómo llegaste a ser lo que eres ahora?
Al nacer y hasta la edad de seis años, adquirimos los momentos más importantes del desarrollo humano, pues es donde el cerebro tiene una gran plasticidad, es decir, una mayor capacidad de reorganización neurológica y funcional que nos permite aprender y organizar funciones y habilidades para nuestra vida futura.
Es por eso que la siguiente frase tiene mucho significado; “El hombre debe haber sido niño para poder ser hombre en todo sentido de la palabra.”
Ya que todo lo aprendido, llamémosle estructuras, se desarrollan y fijan en la memoria de la infancia, y se reflejan en la adolescencia, así que no desaparecen, muy al contrario, son notorias y persistentes aún más en la vida adulta y su trayecto.
Debemos tomar en cuenta que el niño estará en proceso de adaptación donde sus componentes serán: la comunicación visible y audible, imitación y comprensión, que se complementaran con factores como son: personas, momentos y circunstancias, aportando herramientas para poder edificar una satisfactoria conducta social, conducta motriz y un lenguaje.
Toda esta herencia conductual y sanguínea, contribuyen para darle un molde a nuestra personalidad, de una manera equivoca o asertiva, aún así, eso no lo es todo, hay distintas maneras de potencializar y modificar conductas que quizá estén incomodándonos y no sean satisfactorias con totalidad.
Ponerse en contacto con uno mismo, abre la posibilidad de recrear ese cuerpo fisurado, diseñando al ser que imaginaste hace algunos años…
¿Lo recuerdas?
Dulce María Rivera
Bufete de Psicólogos de México.