El Taco Mexicano, del metate al espacio.
Por Alexia Lara
Millones de mexicanos a diario, sin importar la clase social, consumimos un suculento taco, ya sea de bistec, tripa, buche, nana, costilla, suadero, al pastor, pansa, huitlacoche, papa, frijol, etc. Aderezado con una exquisita salsa roja o verde, acompañado con cilantro y cebolla picada.
Pero el taco, no podría ser posible, sin el componente básico, la tortilla, misma que su uso y aparición se remonta a la época prehispánica, y que los relatos, como en el Popol Vuh se cuenta que, Quetzalcóatl bajó al Mictlán, lugar de los muertos, y allí tomó unos huesos de hombre y de mujer y fue a ver a la diosa Coatlicue. La diosa molió maíz junto con los huesos, y con esa pasta se creó a la humanidad.
Las evidencias que se han encontrado para ubicar los primeros cultivos de maíz datan del año 7000 a.C. La elaboración e ingesta de la tortilla tiene una antigüedad similar. Hace algunas décadas, se relataba que era posible encontrar maíz silvestre en lo alto de las montañas.
México es el principal consumidor de tortilla en el mundo, pues se estima que es consumida por el 94 por ciento de la población, por lo que el volumen de producción y consumo es cercano a los 22 millones de toneladas de tortillas al año.
Moctezuma utilizaba la tortilla como una “cuchara” para sostener la comida, las cuales eran preparadas sobre piedras calientes y decoradas con cochinilla, frijol y chile. Mientras que las mujeres solían enviar la comida, en tortillas, a los hombres que trabajaban largas horas en el campo y así pudieran calentarla y comerla a la media jornada.
Para la llegada de los españoles, según Bernal Díaz del Castillo, los banquetes organizados por Hernán Cortés, para sus soldados, se basaban en platillos de carne de cerdo con tortillas.
En la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, Coyoacán fue testigo de la primera taquiza en la historia. Desde ese entonces, el taco se convirtió en el platillo base que se consumía en todas zonas de la Conquista.
En 1908, en Morelos, que la época revolucionaria trajo el surgimiento de los tacos acorazados: tortilla, una cama de arroz y finalmente un guisado de chicharrón en salsa verde, milanesa de cerdo, mole verde, longaniza, papa con chorizo y otros más con placer inexplicable al paladar, que ahora podemos consumir en los puestos de la esquina y que llamamos comúnmente, tacos de guisado.
Eventualmente, en 1950, durante una crisis y escasez de empleos, los pobladores de San Vicente Xiloxochita, en Tlaxcala, comenzaron a vender los famosos tacos de canasta, los cuales son más baratos y como se dice comúnmente, ayudan a “distraer la lombriz”.
Ahora la tortilla, viaja al espacio, ya que astronautas prefieren la tortilla al pan, ya que no deja migajas, mismas que pudieran dañar algún aparato.
Así que, si comenzaste a salivar o “se te hizo agua la boca”, leyendo la columna de esta semana, no esperes más, y ve por un taco, el cual lo encuentras a la vuelta de la esquina.