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Hay factores que pondrían en peligro a la Catedral Metropolitana

El incendio que se registró en la catedral de Notre Dame en Paris, Francia, el pasado 15 de abril, donde resultó seriamente dañada la estructura del edificio y varios bienes muebles históricos, debe ser tomado como una alerta para que otras construcciones similares, prevengan situaciones para garantizar la conservación de la riqueza cultural que guardan.

El edifico más icónico de Tulancingo, es la Catedral Metropolitana, inmueble que alberga varias imágenes que podrían tener un alto valor, pero, ¿Qué tan vulnerable es el edificio ante contingencias como incendios o sismos?

Juan Valentín Bautista Salinas, párroco de Catedral, aseguró que el monumento en sí representa un riesgo menor de incendio, ya que todo el material es mampostería y no tienen mucha madera que podría ser material inflamable, ni siquiera en el altar mayor, como sucede en otras iglesias que tienen cornisas de madera.

“Aquí, el material es cantera, el techo no es de madera como en Notre Dame, quizá el único riesgo de incendio es el presbiterio que está acondicionado con alfombra porque, además, no tenemos altares donde haya muchas veladoras, ya es mínimo el uso de éstas”.

Similar opinión fue la del arquitecto, Jehvor Rodríguez Rodríguez; sin embargo, advirtió del riesgo que podrían representar los tanques de gas del mercado Benito Juárez.

“Todo indica que en caso de incendio los daños podrían ser menores o que incluso no podría ocurrir en grandes dimensiones, pero no debemos de olvidar que a un lado tenemos el mercado Juárez y en su azotea hay una gran cantidad de tanques de gas”.

“Habría que revisar en qué condiciones están porque la explosión de uno de ellos podría generar un efecto en cadena y ahí, sí podría haber un incendio importante o la onda expansiva podría generar daños considerables en cualquier inmueble y aunque la Catedral tiene una estructura muy robusta, yo no descartaría un daño”, puntualizó el arquitecto.

Pese a la antigüedad del edificio la cronista de la ciudad, Lorenia Lira Amador, indicó que no se tiene registro de un incendio en la Catedral, solamente existe una historia oral que dice que el primer templo, cuando era convento Franciscano, hubo una deflagración que arrasó el edificio, pero no está documentado. “No hemos encontrado el documento, el punto es que se dice que sobre esos muros se erigió lo que hoy conocemos como la Catedral Metropolitana”.

Las imágenes que se tienen como parte del arte religioso, de las cuales algunas son antiguas y tienen un alto valor, no están expuestas al público, informó el presbítero Juan Valentín e indicó que se encuentran registradas en catálogos ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y debidamente resguardadas.

“Las que están exhibidas son las imágenes de Cristo, de la Virgen de Guadalupe y las reliquias de Juan Pablo II, son imágenes y pinturas de reciente adquisición, que aún no tienen tanto valor”.

Para el párroco, la posibilidad de adquirir un seguro contra daños o robos es una posibilidad, pero dijo que habría que ver la disposición del arzobispo, Domingo Díaz Martínez y las aseguradoras para realizar eso.

“No tengo conocimiento que haya un templo asegurado en cuanto al monumento o valores artísticos que se tengan de escultura y de pintura, al menos en nuestra Diócesis no lo hay”.

Debido a la antigüedad del inmueble religioso, no cuenta con salidas de emergencia porque en la época de su construcción no había esos requerimientos.

“Tenemos la puerta principal, una lateral a la mitad, una en el crucero de la nave a la parte sur y la salida de la sacristía, todas esas salidas o accesos la gente los conoce y cuando hay mucha concentración de feligreses, ya saben que esas son las entradas o salidas porque no hay posibilidad de construir otras”, explicó el sacerdote.

Jehvor Rodríguez, advirtió del riesgo que representaría un sismo de similar magnitud al que se registró en septiembre de 2017, ya que el suelo del centro de Tulancingo es de condiciones similares al de la Ciudad de México.

“El suelo del centro de Tulancingo es un suelo muy blando y ante estas condiciones, las ondas sísmicas se conservan o se magnifican a diferencia de los terrenos duros donde su efecto e intensidad disminuye”.

El colegiado, agregó que si se combina el grado de vulnerabilidad del inmueble con los factores que pueden afectarlo, se podría determinar el riesgo real que representa y con base en eso, se debería crear una estrategia con estudios minuciosos para combatir esos riesgos e impulsar la conservación de catedral y en caso de que sufriera daño, se pudiera reconstruir tal y como estaba.

“Ese estudio no es barato, pero se debe recurrir a instancias tal como se hizo cuando existía el patronato, donde se logró conseguir un presupuesto de más de 50 millones de pesos y que después de un tiempo, se logró aplicar alrededor de tres millones de pesos.

La ex diputada federal, Oralia Vega Ortiz, recordó que en su gestión 2006 – 2009, el patronato hizo un plan maestro que se llevó al Congreso de la Unión y se obtuvo, gracias al apoyo de la diputada Beatriz Pages que presidía la Comisión de Cultura, un recurso por nueve millones de pesos que llegaron directamente al gobierno estatal.

En ese entonces, el gobernador Miguel Ángel Osorio Chong decidió compartir ese recurso en tres edificios históricos: los conventos de Actopan y Metztitlán, al igual que la Catedral de Tulancingo a la que otorgaron tres millones de pesos para la limpieza de la fachada y reconstrucción de una torre y del reloj.