Firman feligreses petición para la no aprobación del aborto, la eutanasia y otros temas
El pasado domingo en algunos templos católicos del Valle de Tulancingo, se repartió entre los feligreses una petición al Congreso del Estado, para que no se apruebe la legalización del aborto, la eutanasia y la radical ideología de género.
En el escrito dirigido a los diputados de la LXIV Legislatura local, quienes decidieron anotar su nombre y firmar, manifiestan su inconformidad a los representantes populares por la manera en que han llevado a cabo los trabajos respecto a los temas relacionados a la vida y a la familia natural.
También recriminan a los diputados que aun cuando han participado en diversos actos para expresar el rechazo a ciertas reformas impulsadas en el Congreso, no han sido suficientes para que sean tomados en cuenta y atendidos.
Así mismo, enlistan cinco temas en los que, de manera tajante, piden no sean aplicables en el estado de Hidalgo, como la legalización del aborto, la eutanasia, la radical ideología de género, la adopción por parte de parejas homoparentales y la no discriminación por profesar o confesar algún tipo de convicciones éticas, de conciencia o de religión.
En cada uno de los temas, se explica el por qué consideran no debe ser aprobado y en el caso del aborto, señalan que la vida es el derecho fundamental de todo ser humano y comienza desde la concepción.
Su rechazo a la eutanasia lo sustentan en el deber del estado de tutelar por los derechos de toda persona y consideran que no pueden ni deben acelerar o manipularse los procesos naturales para extinguir la existencia.
La desaprobación a la radical ideología de género, la basan en que la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tienen derecho a gozar de la protección de la sociedad y del Estado, tal y como lo establece el artículo 16 fracción 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El desacuerdo en la no adopción por parte de parejas homoparentales, cita el documento, radica en lo que establece el artículo cuarto de la Carta Magna, “en todas la decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos”.
El documento, señala que el menor tiene el derecho natural de recuperar lo que ha pedido: un padre y una madre, y que éste no es un producto para satisfacer un anhelo emocional, ideológico o político.
La no a la discriminación por profesar algún tipo de convicciones éticas, de conciencia o de religión, la argumentan manifestando que estas condiciones son parte de la dimensión humana y no pueden sustraerse bajo ninguna circunstancia, ya que están protegidas por la Carta Magna y tratados internacionales.
El documento cierra con un exhorto a los diputados para que evalúen y reconsideren las consecuencias políticas y sociales que se pueden presentar si se aprueban las modificaciones al marco jurídico en relación a los temas anteriores, sin escuchar la voz de la gran mayoría.
Recuerdan que en su elección como diputados, se observó la democracia y piden que se practique y no cedan ante las presiones o intereses de grupos minoritarios que en nombre del progreso, lo que buscan son beneficios que se encuentran totalmente ajenos al bien colectivo